TEXTOS Y REFLEXIONES… síntomas y analogías
INFECCIONES – conflictos que por no asumirlos desde la consciencia se viven en el cuerpo…
Deberíamos reconocer al conflicto como uno de los promotores más importantes del desarrollo y de la evolución, la diferencia de intereses, la diferencia y la oposición de fuerzas, la desconexión del propósito fundamental o esencial, la relatividad en los valores, la necesidad interna y la ausencia de contención externa o viceversa, etc., y si así lo hiciéramos tendríamos que atrevernos a resolverlos de maneras nuevas y renovadas. En caso contrario seguramente nos desgastaremos, y por falta de creatividad y conexión con nuestra esencia (el Espíritu en nosotros), nos creeremos incapaces de afrontarlos y mucho más de resolverlos. Esto nos lleva frecuentemente a transferir los conflictos al plano inconciente.
Una infección es análoga a un combate… una lucha de fuerzas, un encuentro con las diferencias, con la diversidad y una clara dificultad en trascender la situación de manera pacífica. Tengo un conflicto, pero no lo reconozco, no lo enfrento, no lo asumo, lo evito… la ingenuidad nos lleva a pensar que si no veo el conflicto, si cierro los ojos no existe, pero para el cuerpo y el ser íntegro esto es irrelevante. Toda infección es un conflicto materializado*…
*de “LA ENFERMEDAD COMO CAMINO” de Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke, Edit Debolsillo
Podemos dirigir el proceso evolutivo al colapso, sin resolver, sin encausar las fuerzas, sin intervenciones nuevas, renovadoras… al fin y al cabo podemos morirnos en el intento, la infección nos va a mostrar esta situación psíquica y emocional.
Las bacterias, hongos, parásitos y virus son análogos a los problemas, las dificultades, los conflictos, las diferencias, y nuestras resistencias a la Unidad. No pretendemos un medio libre de conflictos, o libre de gérmenes, porque eso es ridículo, pretendemos formarnos y aprender a trascender las diferencias, convivir con ellas en evolución amable, hacernos fuertes e íntegros y Ser Quienes Verdaderamente Somos frente a los demás. Sin ocultarnos, sin hacernos menos, sin vivir a la defensiva, sin intentar controlar a los demás o a la vida.
Los niños en su proceso de maduración – individuación se están formando y fortaleciendo frente al mundo, esto es análogo a su inmunidad primaria, o sea como el sistema inmunológico (el sistema de defensas e individuación) se prepara frente al primer encuentro con agentes extraños y guarda memorias que lo protegen en sucesivos encuentros. La invención de antibióticos también puede ser interpretada como la idea de que “eliminando” a mi adversario, al otro, al conflicto, mutilándolo, resuelvo el problema, aprendo, crezco. En realidad lo que estamos haciendo es generar enfermedades crónicas, desgaste, inmadurez inmunológica, y para nada favoreciendo la evolución, con el uso inconsciente de antibióticos. A la larga los virus, bacterias, parásitos se hacen mas resistentes, mas fuertes, “lo que intento eliminar se fortalece, lo que rechazo lo atraigo, lo que niego lo cargo como un lastre”
Frente a las infecciones virósicas tenemos que preguntarnos que tan vulnerables somos a los demás, que tan flácidos, sin impulso y fuerza propia nos paramos frente al mundo, nuestras membranas nos piden integridad, firmeza, decisión, impulso creador… claridad. Necesitamos equilibrar el aspecto masculino de nuestro ser, hacerlo presente.
Frente a infecciones bacterianas, más bélicas, mas estructurales, preguntémonos como nos paramos frente al mundo, que conflicto rehúyo, que conflicto me niego a reconocer, ¿estoy a la defensiva?, ¿todo es un ataque para mi? El aspecto que necesitamos reivindicar es el femenino.
Frente a las infecciones por parásitos podemos preguntarnos si estamos sosteniendo relaciones parasitarias, si permitirnos y sostenemos a otros en sus dificultades, por no poner límites, por no decir que no a demandas exageradas, por permitir demasiado para ser queridos, si quiero abarcarlo todo y no permito ni doy el espacio para que los demás ocupen su lugar, sin reconocerlos, etc.
Si las infecciones son crónicas o recurrentes debemos preguntarnos que aspectos en mi vida he postergado, a que cosa le doy largas sin resolver, que decisiones no quiero tomar que pueden impulsarme y ayudarme a crecer.
Dependiendo del lugar de la infección también vamos a recibir información específica… por ejemplo, una infección renal o de vejiga nos habla de la pareja, la sexualidad, los miedos. Una infección respiratoria nos habla de nuestra familia, nuestros hermanos, la libertad, las ideas, la sobrecarga de trabajo o responsabilidades.
Dejemos que el cuerpo viva el proceso infeccioso sin excesivas intervenciones inhibitorias (antibióticos, antifebriles, analgésicos), mientras no esté en peligro la vida o la función. Esto nos va a permitir varias cosas… un momento de introspección con la incomodidad, y la realidad física, llevándonos a la realidad psíquica y emocional; una oportunidad para el cuerpo de fortalecerse, mejorar las defensas, liberarse y depurarse de toxinas y células en degeneración, mejorar la circulación y la vitalidad de los tejidos. Y si la infección fuera crónica, de una vez por todas trascender en nuestras vidas cosas viejas y viejos conflictos que hemos postergado su resolución.
Recomiendo revisar el libro: “Descubre el poder de tu sistema inmunológico y toma el control de tu salud, PSICONEUROINMUNOLOGIA o como apropiarte del sistema inmunológico” de la Dra. Marianela Castés Boscán, Enero 2014.
Dr. Gabriel Oscar Bertona
“El Síntoma y su Función”, Diciembre de 2011